Es interesante tratar de expresar algunas de las inquietudes que podemos ver aparecer, cuando un movimiento social busca desde una problemática difusa, formas de acción difusas. Me refiero principalmente a la temática tan abierta y compleja como la educación, expuesta en las miles de voces que gritan su enojo, que expresan su diferencia, que tiran piedras, rayan murallas, que se expresan artísticamente y se visualizan socialmente, logrando sin duda alguna instalar el título del debate, que desde la educación recorre hasta las bases ideológicas del sistema y la lógica del estado neoliberal.
Cabe recordar que los estados de este tipo, presentan dos características que son fácilmente reconocibles, la primera y la más importante es que debe favorecer la acumulación de capital, por los tanto debe propiciar la libre asociación en torno a la propiedad, idea fuerza de la doctrina de la mantención del orden público para el libre transito de ese tipo de libertad, instrumentalizando las formas y canales democráticos. Su segundo vértice es el de mantener la legitimidad, propiciar el reconocimiento de sus representantes por el voto, mantener una identidad homogénea y reconocida por todos, que requiere la construcción de discursos no disolventes, que han sido y seguirán siendo el del populismo, nacionalismo y patriotismo. Pero bien, qué cresta tiene esto que ver con los jóvenes, nada y todo. Nada porque los jóvenes no están interesados en hacer estas lecturas, y todo porque sin interesarles, saben que sus destinos se ven afectados por las decisiones en esas esferas, y reconocen que estas lógicas instaladas son históricas, institucionales y representativas. Entonces nuestra pimera perspectiva, requiere Saber ¿Desde donde se expresan los jóvenes en estos temas?, las respuestas son diversas, pero están claramente fundamentadas en su pasividad política constante, me refiero a que los jóvenes se leen fundamentalmente al margen de la transformación social desde la política, centrando esas aspiraciones en proyectos propios más restringidos (AYECANTUN, mi carrera, dar mejor calidad de vida a familia etc) , más que en sus apariciones esporádicas, pues sin dejar de ser cierto que la “participación” y el descontento se expresan hoy masivamente, lo más probable es que nuestros moldes de acción están más claros en el mundo Privado, al cual recurrimos cotidianamente, que en Público (resultado que también es histórico).
Pero hoy nos tocá ver a los jóvenes en un movimiento social, que es ese movimiento de gente que se organiza concretamente, pero que es difícil de leer en forma lineal, pues sus expresiones son tan diversas como la violencia política, la violencia irracional, la visualización de un fenómeno de interés nacional, la petición, el réclamo por los valores sociales y los valores democráticos, el apoyo a una causa etc. No pudiendo negar que la ciudadanía se expresa, podemos decir que lo vemos muchas veces son vivencias ricas en emotividad, como la vivencia de sentir que se transforma el espacio por unas pocas horas, en la idea de la que la gente toma conciencia, de que ve lo que pueden hacer los jóvenes, todas expresiones derivadas de la posibilidad ficticia o real de abrir el marco. Pero ¿Qué posibilidad tienen los jóvenes de pensar y ofrecer un mundo distinto, cuando las instituciones son adultas?:
Entonces recordamos las frases que hablan del saber y el poder,
Cuando el profesor entra a la sala, a expone lo que él y la sociedad considera que es lo que debes aprender,
Cuando la norma social se impone frente a tu mejor argumento, frente a tu diferencia.
Cuando el respeto y la autoridad, son el disciplimaniento por lo homogéneo,
Cuando el saber institucionalizado no permite mover el cuerpo,
Lo triste es que la escuela muchas veces se transforma en el instrumento de esa sociedad injusta,
Y tus lazos de amistad y solidaridad, son los lazos del refugio en un tiempo muerto.
Al final de esta reflexión debo decir también que la lógica de cómo actúa el estado y actuó el estado, no esta bajo ninguna forma determinada, pero tiene características que son bastante marcadas, ya que cuando no logra el resguardo de la propiedad, impone el orden, cuando no logra la legitimidad, obliga, disuade, compra a la clase política o reprime. Lo interesante es si este choque, planteado en terminos de saber y poder, nos ofrece espacios para transformar lo que estamos planteando, ya que lo único real hoy es que uno defiende de verdad, lo que puede denominar propiamente suyo, su identidad. ¿cúal es nuestra identidad como jóvenes?, ¿quienens calzan en nuestro moldes civicos, cuando la violesncia política es leida como lumpen?, para mi la respuesta es abrir el reconocimiento desde lo local, ya que lo local se valida en la gente, no depende de voluntades cohersionadas por intereses tan presentes en las desiciones, lo local es la base no sólo para pensar, sino para accionar una democrácia que te valide en tu diversidad.
En este punto dramático de la narración, debo decir que la respuesta la deben dar los insatisfechos, esos y los otros. Los que tienen propuesta y los que sólo se sienten descontentos, la calle es tan valiosa como la rebelión revoltosa del último de la sala, ya que nos obliga a mirar y a buscar las formas que bajo ninguna circunstancia están resueltas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario