Ayer estuvimos en el colegio San Francisco y parece que debemos hacer relevante lo no evidente.
Lo primero que debemos mirar como educadores es que la "Toma" no es sólo una experiencia de "Toma", ya que lo que comenzó con interés reformador de las problemáticas de "título grande", terminan con una enriquecida experiencia de autoeducación. En ese sentido debemos rescatar el ejercicio que estos chicos debieron hacer, en relación a como se posicionaron en este presente.
El cómo se organizaron y el para qué lo hicieron denotan una apertura hacia afuera, en la que su frente fue la educación pública y la educación de calidad, dos de los referentes que se instalaron como falencias en la bullada “Revolución de los Pingüinos” del 2006, pero además el nuevo margen de la lucha por una educación gratuita y por el fin al lucro, involucra un paso adelante en las propuestas del reconocimiento real del derecho educativo. En ese sentido ¿qué implica ser capaces de pedir y organizarse en pro de estas consigna?, me aventuro a decir que cambia la estructura hacia dentro, no sólo de cómo se organiza un colegio, sino que también en realción a las consideraciones que los estudiantes tienen de estar en la escuela, aunqe tal vez existen más cambios, ya que la escuela es el reproductor por naturaleza de los valores de la nación, por lo tanto de sus contradicciones.
El discurso se quiebra cuando lo que pedimos hacia fuera, lo vemos hacia adentro, porque cuando logramos entender que la educación no es ello que nos deben enseñar, sino aquello de lo que podemos aprender, podemos decir entonces que el paso es realmente importante.
Lo que me queda claro en esta experiencia es que estos chicos son consientes de que lo realizado es valioso, pero debemos cuestionarnos si son consientes de los alcances que pueden significar hacia dentro sus mismas protestas. Dicho cuestionamiento surge por que no es sólo adscribir a una causa lo que lo hace relevante el proceso de estos secundarios (como un acoto heroico), sino que también cuantos quiebres se pueden mirar desde la propia realidad y a distintos niveles. Esto requiriria un ejercicio bastante complejo pero dejo algunas posibilidades en relacion a:
- el peso de la historia y la tradición
- a las contradicciones discurso oficial y progresista,
- a lo que comprendemos como educación
- a que es lo que queremos de la educación como sociedad.
- a que autores compete este tema
Si quiesiesemos llevar estos ejes a preguntas más operativas creo que las relevantes serían: ¿Para qué la escuela, si no puedo expresar lo que soy y lo que quiero en ella?, ¿Cuál es el objetivo de aprender? , ¿Para qué enseña esto el profesor? y creo que debiesen empezar a aparecer como resultado de un quiebre a tantos distintos niveles.
Lo que intento relevar es que la educación, no es sólo lo que nos pueden enseñar, sino aquello que podemos aprender, y en ese último punto es que debemos abrir el marco de la discusión, pensando en cuanto puede cambiar de mi en este proceso de autoeducación y en quienes son los actores validos desde los cuales se debe aprender algo. hoy yo aprendí que lo justo es necesario, ya que de aquello que es una necesidad siempre nace una respuesta, hoy es preciso pensar sobre nuestro poder y desde donde nace nuestro poder, yo quiero seguir aprendiendo de esos cuestionamientos
Lo primero que debemos mirar como educadores es que la "Toma" no es sólo una experiencia de "Toma", ya que lo que comenzó con interés reformador de las problemáticas de "título grande", terminan con una enriquecida experiencia de autoeducación. En ese sentido debemos rescatar el ejercicio que estos chicos debieron hacer, en relación a como se posicionaron en este presente.
El cómo se organizaron y el para qué lo hicieron denotan una apertura hacia afuera, en la que su frente fue la educación pública y la educación de calidad, dos de los referentes que se instalaron como falencias en la bullada “Revolución de los Pingüinos” del 2006, pero además el nuevo margen de la lucha por una educación gratuita y por el fin al lucro, involucra un paso adelante en las propuestas del reconocimiento real del derecho educativo. En ese sentido ¿qué implica ser capaces de pedir y organizarse en pro de estas consigna?, me aventuro a decir que cambia la estructura hacia dentro, no sólo de cómo se organiza un colegio, sino que también en realción a las consideraciones que los estudiantes tienen de estar en la escuela, aunqe tal vez existen más cambios, ya que la escuela es el reproductor por naturaleza de los valores de la nación, por lo tanto de sus contradicciones.
El discurso se quiebra cuando lo que pedimos hacia fuera, lo vemos hacia adentro, porque cuando logramos entender que la educación no es ello que nos deben enseñar, sino aquello de lo que podemos aprender, podemos decir entonces que el paso es realmente importante.
Lo que me queda claro en esta experiencia es que estos chicos son consientes de que lo realizado es valioso, pero debemos cuestionarnos si son consientes de los alcances que pueden significar hacia dentro sus mismas protestas. Dicho cuestionamiento surge por que no es sólo adscribir a una causa lo que lo hace relevante el proceso de estos secundarios (como un acoto heroico), sino que también cuantos quiebres se pueden mirar desde la propia realidad y a distintos niveles. Esto requiriria un ejercicio bastante complejo pero dejo algunas posibilidades en relacion a:
- el peso de la historia y la tradición
- a las contradicciones discurso oficial y progresista,
- a lo que comprendemos como educación
- a que es lo que queremos de la educación como sociedad.
- a que autores compete este tema
Si quiesiesemos llevar estos ejes a preguntas más operativas creo que las relevantes serían: ¿Para qué la escuela, si no puedo expresar lo que soy y lo que quiero en ella?, ¿Cuál es el objetivo de aprender? , ¿Para qué enseña esto el profesor? y creo que debiesen empezar a aparecer como resultado de un quiebre a tantos distintos niveles.
Lo que intento relevar es que la educación, no es sólo lo que nos pueden enseñar, sino aquello que podemos aprender, y en ese último punto es que debemos abrir el marco de la discusión, pensando en cuanto puede cambiar de mi en este proceso de autoeducación y en quienes son los actores validos desde los cuales se debe aprender algo. hoy yo aprendí que lo justo es necesario, ya que de aquello que es una necesidad siempre nace una respuesta, hoy es preciso pensar sobre nuestro poder y desde donde nace nuestro poder, yo quiero seguir aprendiendo de esos cuestionamientos
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