martes, 13 de diciembre de 2011
El rol del profesor/a de inglés en Chile
lunes, 1 de agosto de 2011
Sobre qué pensar, Apuntes para una reflexión de nuestro autoaprendizaje
Lo primero que debemos mirar como educadores es que la "Toma" no es sólo una experiencia de "Toma", ya que lo que comenzó con interés reformador de las problemáticas de "título grande", terminan con una enriquecida experiencia de autoeducación. En ese sentido debemos rescatar el ejercicio que estos chicos debieron hacer, en relación a como se posicionaron en este presente.
El cómo se organizaron y el para qué lo hicieron denotan una apertura hacia afuera, en la que su frente fue la educación pública y la educación de calidad, dos de los referentes que se instalaron como falencias en la bullada “Revolución de los Pingüinos” del 2006, pero además el nuevo margen de la lucha por una educación gratuita y por el fin al lucro, involucra un paso adelante en las propuestas del reconocimiento real del derecho educativo. En ese sentido ¿qué implica ser capaces de pedir y organizarse en pro de estas consigna?, me aventuro a decir que cambia la estructura hacia dentro, no sólo de cómo se organiza un colegio, sino que también en realción a las consideraciones que los estudiantes tienen de estar en la escuela, aunqe tal vez existen más cambios, ya que la escuela es el reproductor por naturaleza de los valores de la nación, por lo tanto de sus contradicciones.
El discurso se quiebra cuando lo que pedimos hacia fuera, lo vemos hacia adentro, porque cuando logramos entender que la educación no es ello que nos deben enseñar, sino aquello de lo que podemos aprender, podemos decir entonces que el paso es realmente importante.
Lo que me queda claro en esta experiencia es que estos chicos son consientes de que lo realizado es valioso, pero debemos cuestionarnos si son consientes de los alcances que pueden significar hacia dentro sus mismas protestas. Dicho cuestionamiento surge por que no es sólo adscribir a una causa lo que lo hace relevante el proceso de estos secundarios (como un acoto heroico), sino que también cuantos quiebres se pueden mirar desde la propia realidad y a distintos niveles. Esto requiriria un ejercicio bastante complejo pero dejo algunas posibilidades en relacion a:
- el peso de la historia y la tradición
- a las contradicciones discurso oficial y progresista,
- a lo que comprendemos como educación
- a que es lo que queremos de la educación como sociedad.
- a que autores compete este tema
Si quiesiesemos llevar estos ejes a preguntas más operativas creo que las relevantes serían: ¿Para qué la escuela, si no puedo expresar lo que soy y lo que quiero en ella?, ¿Cuál es el objetivo de aprender? , ¿Para qué enseña esto el profesor? y creo que debiesen empezar a aparecer como resultado de un quiebre a tantos distintos niveles.
Lo que intento relevar es que la educación, no es sólo lo que nos pueden enseñar, sino aquello que podemos aprender, y en ese último punto es que debemos abrir el marco de la discusión, pensando en cuanto puede cambiar de mi en este proceso de autoeducación y en quienes son los actores validos desde los cuales se debe aprender algo. hoy yo aprendí que lo justo es necesario, ya que de aquello que es una necesidad siempre nace una respuesta, hoy es preciso pensar sobre nuestro poder y desde donde nace nuestro poder, yo quiero seguir aprendiendo de esos cuestionamientos
domingo, 17 de julio de 2011
Avanzar desde el título del debate
Es interesante tratar de expresar algunas de las inquietudes que podemos ver aparecer, cuando un movimiento social busca desde una problemática difusa, formas de acción difusas. Me refiero principalmente a la temática tan abierta y compleja como la educación, expuesta en las miles de voces que gritan su enojo, que expresan su diferencia, que tiran piedras, rayan murallas, que se expresan artísticamente y se visualizan socialmente, logrando sin duda alguna instalar el título del debate, que desde la educación recorre hasta las bases ideológicas del sistema y la lógica del estado neoliberal.
Cabe recordar que los estados de este tipo, presentan dos características que son fácilmente reconocibles, la primera y la más importante es que debe favorecer la acumulación de capital, por los tanto debe propiciar la libre asociación en torno a la propiedad, idea fuerza de la doctrina de la mantención del orden público para el libre transito de ese tipo de libertad, instrumentalizando las formas y canales democráticos. Su segundo vértice es el de mantener la legitimidad, propiciar el reconocimiento de sus representantes por el voto, mantener una identidad homogénea y reconocida por todos, que requiere la construcción de discursos no disolventes, que han sido y seguirán siendo el del populismo, nacionalismo y patriotismo. Pero bien, qué cresta tiene esto que ver con los jóvenes, nada y todo. Nada porque los jóvenes no están interesados en hacer estas lecturas, y todo porque sin interesarles, saben que sus destinos se ven afectados por las decisiones en esas esferas, y reconocen que estas lógicas instaladas son históricas, institucionales y representativas. Entonces nuestra pimera perspectiva, requiere Saber ¿Desde donde se expresan los jóvenes en estos temas?, las respuestas son diversas, pero están claramente fundamentadas en su pasividad política constante, me refiero a que los jóvenes se leen fundamentalmente al margen de la transformación social desde la política, centrando esas aspiraciones en proyectos propios más restringidos (AYECANTUN, mi carrera, dar mejor calidad de vida a familia etc) , más que en sus apariciones esporádicas, pues sin dejar de ser cierto que la “participación” y el descontento se expresan hoy masivamente, lo más probable es que nuestros moldes de acción están más claros en el mundo Privado, al cual recurrimos cotidianamente, que en Público (resultado que también es histórico).
Pero hoy nos tocá ver a los jóvenes en un movimiento social, que es ese movimiento de gente que se organiza concretamente, pero que es difícil de leer en forma lineal, pues sus expresiones son tan diversas como la violencia política, la violencia irracional, la visualización de un fenómeno de interés nacional, la petición, el réclamo por los valores sociales y los valores democráticos, el apoyo a una causa etc. No pudiendo negar que la ciudadanía se expresa, podemos decir que lo vemos muchas veces son vivencias ricas en emotividad, como la vivencia de sentir que se transforma el espacio por unas pocas horas, en la idea de la que la gente toma conciencia, de que ve lo que pueden hacer los jóvenes, todas expresiones derivadas de la posibilidad ficticia o real de abrir el marco. Pero ¿Qué posibilidad tienen los jóvenes de pensar y ofrecer un mundo distinto, cuando las instituciones son adultas?:
Entonces recordamos las frases que hablan del saber y el poder,
Cuando el profesor entra a la sala, a expone lo que él y la sociedad considera que es lo que debes aprender,
Cuando la norma social se impone frente a tu mejor argumento, frente a tu diferencia.
Cuando el respeto y la autoridad, son el disciplimaniento por lo homogéneo,
Cuando el saber institucionalizado no permite mover el cuerpo,
Lo triste es que la escuela muchas veces se transforma en el instrumento de esa sociedad injusta,
Y tus lazos de amistad y solidaridad, son los lazos del refugio en un tiempo muerto.
Al final de esta reflexión debo decir también que la lógica de cómo actúa el estado y actuó el estado, no esta bajo ninguna forma determinada, pero tiene características que son bastante marcadas, ya que cuando no logra el resguardo de la propiedad, impone el orden, cuando no logra la legitimidad, obliga, disuade, compra a la clase política o reprime. Lo interesante es si este choque, planteado en terminos de saber y poder, nos ofrece espacios para transformar lo que estamos planteando, ya que lo único real hoy es que uno defiende de verdad, lo que puede denominar propiamente suyo, su identidad. ¿cúal es nuestra identidad como jóvenes?, ¿quienens calzan en nuestro moldes civicos, cuando la violesncia política es leida como lumpen?, para mi la respuesta es abrir el reconocimiento desde lo local, ya que lo local se valida en la gente, no depende de voluntades cohersionadas por intereses tan presentes en las desiciones, lo local es la base no sólo para pensar, sino para accionar una democrácia que te valide en tu diversidad.
En este punto dramático de la narración, debo decir que la respuesta la deben dar los insatisfechos, esos y los otros. Los que tienen propuesta y los que sólo se sienten descontentos, la calle es tan valiosa como la rebelión revoltosa del último de la sala, ya que nos obliga a mirar y a buscar las formas que bajo ninguna circunstancia están resueltas.
domingo, 22 de mayo de 2011
La caza noticias popular. Abriendo la reflexión social
CAROPATA.....
domingo, 15 de mayo de 2011
Soberanía popular y educación
Si miramos rápidamente la historia de la educación en Chile, no cabe duda alguna que ha sido instrumentalizada por los grupos dominantes de turno, no sólo aquí sino en todo el mundo, para mantener el orden establecido asegurando el poder de sus herederos y manteniendo a raya a los sectores más populares. Por medio de la ‘Educación Popular’[1], a mediados del siglo XIX, se intentó disciplinar, moralizar y limitar en todo sentido el campo de acción del sujeto (obrero, campesino, etc.), imponiendo una idea del ‘buen ciudadano’ pasivo, respetuoso (temeroso) de la autoridad y eficiente para el sistema económico. Varios años después, y habiendo pasado harta agua bajo el puente, nos encontramos con un panorama que no difiere mayormente. Quizás la mayor diferencia es que la ‘Educación Popular’ ya no es un intento, sino una realidad que pesa sobre todos los que vivimos en carne propia el sistema educacional, y que, de hecho, nos disciplinó, nos moralizó y nos limita en el campo de acción día a día.
¿Por qué sólo algunos salen a protestar y otros tantos se quedan mirando la televisión, más espantados por los ‘disturbios’ que por las razones de fondo tras la acción popular? Yo me atrevo a decir que es porque estamos entrenados para juzgar los hechos tras la óptica del ‘orden de Estado’, porque se nos enseñó cuáles eran las verdades absolutas y cómo vivir ‘felices’ con ellas. Y si no somos felices con eso, no queda más que acudir a la “Súper teoría del súper todo”[2] que ofrecen las religiones. Pareciera que todo depende de otros y nada depende de uno mismo (el concepto de locus de control[3]), de manera que la soberanía popular se diluye en un mar de discursos políticos, campañas, elecciones y todos esos rituales civiles que nos hacen tener el título de “ciudadano”. Lejos están ya los tiempos en que la gente se organizaba en torno a ideales sociales comunes, con capacidad propositiva real y con peso soberano en las decisiones a nivel país (FOCH, AGP, etc.[4]), y distantes estamos también de los fuertes movimientos sindicales de otras realidades latinoamericanas[5].
No es mi intención venir a ofrecer respuestas, sino plantear más preguntas para que las resolvamos en conjunto, como movimiento organizado de actores sociales. La idea es que, de alguna manera, recuperemos la soberanía perdida y la pongamos en manos de la comunidad, y no me cabe duda alguna que el medio para lograrlo es la educación. Si ya sirvió de instrumento para quitarnos parte de nuestra libertad, que ahora sea un instrumento legítimo para recuperarla.
[1] Reyes, L. (2003): "Crisis, pacto social y soberanía: el proyecto educacional de maestros y trabajadores. Chile, 1920-1925", Cuadernos de Historia N°22, Universidad de Chile, Santiago.
[2] Gogol Bordello (2007) “Super theory of super everything” en Super Taranta! [Audio CD]
[3] Casique, A. y López, F. “El locus de control” Revista Panorama Administrativo. Año 1 No. 2 enero-junio 2007.
[4] Reyes, Op. cit.
[5] Gambardella, E. (2010): “Trabajando por la libertad y la democracia: El movimiento sindical y las dictaduras Chile (1973-1988) y Bolivia (1964-1982)” Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile.