domingo, 22 de mayo de 2011

La caza noticias popular. Abriendo la reflexión social

Domingo 22 de mayo 2011
18 horas.
Población san Gregorio, la granja
Fuimos testigos de la agresión a un sujeto conocido en la población a mano de los propios vecinos y vecinas. El nivel de violencia mostrado por “el sujeto” y sus familiares fue desmesurado, y solo disminuyó con la llegada de carabineros, quienes se lo llevaron detenido. Los observadores del hecho comentaban: “no sé para que lo sueltan si este gil es una lacra” “que lo sequen en la cárcel” “no sé para que lo dejaron salir, estaba rebien adentro”
El tipo en cuestión figuraba en los tejados cual deshollinador, con zendo pedazo de palo causando daño en una propiedad ajena, o sea  el techo de la señora juanita que tomaba su once. El conflicto, que se originó en la casa del sujeto, derivó en un enfrentamiento en plena calle, causando innumerables daños a lo largo de toda una cuadra. Lamentablemente para “el sujeto”, la cuadra estaba llena de escombros y residuos de una reciente remodelación de la calle. Los palos y las piedras se precipitaron a las casa y cabezas de los que miraban, de los que no miraban, y de los que querían salir a mirar.
Este hombre, proviene de una familia con un historial de violencia, abandono, delincuencia, drogadicción y prostitución. Su formación académica es nula, ya que desde muy pequeño ha pasado períodos largos, primero en los recintos del sename y luego en la cárcel. Cada vez que sale de su reclusión, lo hace en peores condiciones sociales y emocionales. Ante este panorama nos planteamos:
¿Existe realmente una política de rehabilitación para este sujeto en la cárcel?
¿Qué alternativa de crecimiento le podemos ofrecer como sociedad a los familiares más pequeños y vulnerables de estos ciudadanos?
¿No cree usted que al ser tan cotidianos estos acontecimientos, nuestras vecinas y vecinos al ser protagonistas directos e involuntarios de esta realidad, no esta demás decir ultrajante, van perdiendo gradualmente su sentido de pertenencia e identidad con su comunidad y su barrio?
¿Qué herramientas entrega el Estado y nosotros como futuros educadores y Educadores en ejercicio a estos sujetos?
¿Está preparado el sistema educativo, a partir de sus políticas actuales, para hacer frente y educar a las nuevas generaciones?
Esperamos sus reflexiones.
Atentamente
CAROPATA.....

domingo, 15 de mayo de 2011

Soberanía popular y educación

Me he tomado la libertad de abrir los fuegos de esta iniciativa, y lo hago en un contexto de efervescencia social que me parece muy consonante con una discusión que ya se dio durante los inicios del siglo XX en Chile: la soberanía popular. Durante las últimas semanas he concurrido a varias marchas, asambleas, discusiones sobre ecología y educación, donde todos coinciden en que las cosas están mal y hay que hacer algo. ¿Está en nuestras manos ese ‘hacer algo’? ¿Qué tanta soberanía tenemos?

Si miramos rápidamente la historia de la educación en Chile, no cabe duda alguna que ha sido instrumentalizada por los grupos dominantes de turno, no sólo aquí sino en todo el mundo, para mantener el orden establecido asegurando el poder de sus herederos y manteniendo a raya a los sectores más populares. Por medio de la ‘Educación Popular’[1], a mediados del siglo XIX, se intentó disciplinar, moralizar y limitar en todo sentido el campo de acción del sujeto (obrero, campesino, etc.), imponiendo una idea del ‘buen ciudadano’ pasivo, respetuoso (temeroso) de la autoridad y eficiente para el sistema económico. Varios años después, y habiendo pasado harta agua bajo el puente, nos encontramos con un panorama que no difiere mayormente. Quizás la mayor diferencia es que la ‘Educación Popular’ ya no es un intento, sino una realidad que pesa sobre todos los que vivimos en carne propia el sistema educacional, y que, de hecho, nos disciplinó, nos moralizó y nos limita en el campo de acción día a día.

¿Por qué sólo algunos salen a protestar y otros tantos se quedan mirando la televisión, más espantados por los ‘disturbios’ que por las razones de fondo tras la acción popular? Yo me atrevo a decir que es porque estamos entrenados para juzgar los hechos tras la óptica del ‘orden de Estado’, porque se nos enseñó cuáles eran las verdades absolutas y cómo vivir ‘felices’ con ellas. Y si no somos felices con eso, no queda más que acudir a la “Súper teoría del súper todo”[2] que ofrecen las religiones. Pareciera que todo depende de otros y nada depende de uno mismo (el concepto de locus de control[3]), de manera que la soberanía popular se diluye en un mar de discursos políticos, campañas, elecciones y todos esos rituales civiles que nos hacen tener el título de “ciudadano”. Lejos están ya los tiempos en que la gente se organizaba en torno a ideales sociales comunes, con capacidad propositiva real y con peso soberano en las decisiones a nivel país (FOCH, AGP, etc.[4]), y distantes estamos también de los fuertes movimientos sindicales de otras realidades latinoamericanas[5].

No es mi intención venir a ofrecer respuestas, sino plantear más preguntas para que las resolvamos en conjunto, como movimiento organizado de actores sociales. La idea es que, de alguna manera, recuperemos la soberanía perdida y la pongamos en manos de la comunidad, y no me cabe duda alguna que el medio para lograrlo es la educación. Si ya sirvió de instrumento para quitarnos parte de nuestra libertad, que ahora sea un instrumento legítimo para recuperarla.


[1] Reyes, L. (2003): "Crisis, pacto social y soberanía: el proyecto educacional de maestros y trabajadores. Chile, 1920-1925", Cuadernos de Historia N°22, Universidad de Chile, Santiago.

[2] Gogol Bordello (2007) “Super theory of super everything” en Super Taranta! [Audio CD]

[3] Casique, A. y López, F. “El locus de control” Revista Panorama Administrativo. Año 1 No. 2 enero-junio 2007.

[4] Reyes, Op. cit.

[5] Gambardella, E. (2010): “Trabajando por la libertad y la democracia: El movimiento sindical y las dictaduras Chile (1973-1988) y Bolivia (1964-1982)” Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile.